La investigación científica y/o aplicada han demostrado ser una actividad fundamental y diferenciadora en el desarrollo socio económico de los países del contexto mundial. De hecho los países considerados desarrollados han enfocado gran parte de sus recursos y esfuerzos al aprovechamiento de sus capacidades científicas con miras a la solución de sus problemas sociales, económicos, ambientales, energéticos, de salud y de diversa índole. Este enfoque ha permitido que países aparentemente sin recursos naturales o con poca biodiversidad, apliquen la ciencia para su propio beneficio, logrando dar un notable valor agregado a materias primas y recursos  que no poseen y que normalmente son suministradas por países del tercer mundo, generando riqueza y bienestar para la inmensa mayoría de su población.

Los estudios prospectivos realizados en el país (Toro, 2009) respecto al perfil profesional del ingeniero agroindustrial concluyen en la necesidad de un plan de acción que permita formar profesionales capaces de proponer soluciones a los diferentes problemas que presenta la sociedad en la actualidad.  Las conclusiones dicen claramente que: “Se puede deducir, que la competencia que más relación tiene con los problemas a resolver que fueron seleccionados, es la de hacer investigación básica y aplicada. Esto compromete tanto a las universidades como a los empresarios a apoyar profesionales con este perfil. • En segundo lugar la capacidad que mayor valor obtuvo, fue formular y ejecutar proyectos de investigación y desarrollo con innovación, esto permite al ingeniero influir en cualquiera de los espacios a los que se enfrente de manera positiva, al ser formado para la gestión de proyectos de diferentes tipos económicos, sociales y técnicos , relacionados con el sector agroindustrial.”

En este sentido la asignatura de Introducción a la Práctica Investigativa entra a jugar un papel fundamental en la formación ingenieros agroindustriales con competencias en investigación, de hecho se constituye en el principal semillero de  la Facultad de Ingeniería Agroindustrial.

La calidad es reconocida hoy día como el factor principal que permite lograr la supervivencia y competitividad de las empresas en el largo plazo. El futuro Ingeniero Agroindustrial debe desarrollar competencias que le permitan gestionar el área de calidad de una empresa del sector, por tal razón, el curso se enfoca en proporcionar un conocimiento global acerca de la Gestión de la Calidad, abordando los diferentes aspectos que la componen, desde las herramientas básicas para la identificación y control de problemas, las técnicas estadísticas para el control de procesos y los conceptos de aseguramiento de calidad, hasta los fundamentos del enfoque de calidad total. Actualmente en las empresas agroalimentarias es requisito imprescindible garantizar la inocuidad de sus productos, por ello el curso también aborda el conocimiento y la aplicación de sistemas y normas tales como las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y el sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (HACCP), además de los sistemas para la gestión integral de la calidad tales como la norma ISO 9001.

El ingeniero Agroindustrial en su que hacer empresarial debe establecer un sistema eficaz de control de la producción, adaptado a la naturaleza de su trabajo, al método de fabricación, empleando conductos regulares para los procedimientos estándar que impidan las interrupciones, subsanen los retrasos y mantengan en movimiento la producción 

Esta asignatura hace que el ingeniero Agroindustrial interactúe en el profundo análisis de cada operación en un trabajo determinado con el fin de eliminar todas operaciones innecesarias para acercarse al método ideal para así realizar un trabajo optimo.

El curso de procesos agroindustriales I describe las operaciones preliminares realizadas a las materias primas en el momento de ingresar a la planta de producción; de igual manera se detalla las operaciones para modificar su tamaño mediante la mezcla con otros elementos, o mediante la eliminación de algunos de sus componentes con el objeto de facilitar su procesamiento y/o mejorar su digestibilidad. 

La investigación científica y/o aplicada han demostrado ser una actividad fundamental y diferenciadora en el desarrollo socio económico de los países del contexto mundial. De hecho los países considerados desarrollados han enfocado gran parte de sus recursos y esfuerzos al aprovechamiento de sus capacidades científicas con miras a la solución de sus problemas sociales, económicos, ambientales, energéticos, de salud y de diversa índole. Este enfoque ha permitido que países aparentemente sin recursos naturales o con poca biodiversidad, apliquen la ciencia para su propio beneficio, logrando dar un notable valor agregado a materias primas y recursos  que no poseen y que normalmente son suministradas por países del tercer mundo, generando riqueza y bienestar para la inmensa mayoría de su población.

Los estudios prospectivos realizados en el país (Toro, 2009) respecto al perfil profesional del ingeniero agroindustrial concluyen en la necesidad de un plan de acción que permita formar profesionales capaces de proponer soluciones a los diferentes problemas que presenta la sociedad en la actualidad.  Las conclusiones dicen claramente que: “Se puede deducir, que la competencia que más relación tiene con los problemas a resolver que fueron seleccionados, es la de hacer investigación básica y aplicada. Esto compromete tanto a las universidades como a los empresarios a apoyar profesionales con este perfil. • En segundo lugar la capacidad que mayor valor obtuvo, fue formular y ejecutar proyectos de investigación y desarrollo con innovación, esto permite al ingeniero influir en cualquiera de los espacios a los que se enfrente de manera positiva, al ser formado para la gestión de proyectos de diferentes tipos económicos, sociales y técnicos , relacionados con el sector agroindustrial.”

En este sentido la asignatura de Introducción a la Práctica Investigativa entra a jugar un papel fundamental en la formación ingenieros agroindustriales con competencias en investigación, de hecho se constituye en el principal semillero de  la Facultad de Ingeniería Agroindustrial.

La calidad es reconocida hoy día como el factor principal que permite lograr la supervivencia y competitividad de las empresas en el largo plazo. El futuro Ingeniero Agroindustrial debe tener desarrollar competencias que le permitan gestionar el área de calidad de una empresa del sector, por tal razón, el curso se enfoca en proporcionar un conocimiento global acerca de la Gestión de la Calidad, abordando los diferentes aspectos que la componen, desde las herramientas básicas para la identificación y control de problemas, las técnicas estadísticas para el control de procesos y los conceptos de aseguramiento de calidad, hasta los fundamentos del enfoque de calidad total. Actualmente en las empresas agroalimentarias es requisito imprescindible garantizar la inocuidad de sus productos, por ello el curso también aborda el conocimiento y la aplicación de sistemas y normas tales como las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y el sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (HACCP), además de los sistemas para la gestión integral de la calidad tales como la norma ISO 9001.