El estudio de la lógica se hace necesario por dos razones: por un lado, se trata de la lógica del pensamiento, esto es, nos permite comprender el funcionamiento del mismo; por otro lado, nos exhorta a ser analíticos en las implicaciones que tienen las diferentes filosofías en el estudio de la ciencia a través de la historia y en el estudio de las sociedades. La lógica tiene pues una doble perspectiva: por un lado, describe cómo funciona nuestro pensamiento (más allá del aparato psíquico) y por el otro, prescribe cómo deban estar estructurados los razonamientos válidos de tal manera que se dé la transferencia de verdad de las premisas a la conclusión. En el curso se muestra tanto la universalidad de las formas válidas en el razonar y la importancia de las premisas y tópicos en una argumentación, como las herramientas que permiten examinar discursos desde la perspectiva formal y descubrir falacias. Estas herramientas son importantes para las ciencias humanas, máxime en un tiempo en el que, pese a que las sociedades más poderosas se convierten en sociedades o economías del conocimiento, se lidia con avalanchas de información irrelevante, alternative facts y fake news. Si bien la lógica no examina los contenidos y por tanto es incapaz de hallar la verdad de cada afirmación, sí examina el esqueleto, la forma, los razonamientos en vistas a su validez, ayudando a encontrar falacias en las deducciones. El curso, sin embargo, abordará también los argumentos y falacias no formales.