La acción de administrar surge con el hombre desde sus orígenes, puesto que para sobrevivir necesitó de la cooperación de otros, logrando por medio de un esfuerzo   en conjunto.  Actividades que hoy en día pueden parecernos sumamente simples como la recolección de frutos, la pesca o la caza tuvieron que desarrollar un sistema en el cual los hombres pudieran apoyarse para hacerlas de manera mucho más sencilla, esto distribuyendo el trabajo y creando pequeños grupos.