Los impactos de los sistemas tradicionales de uso de la tierra y tecnificados han generado gran preocupación debido a su importancia en el devenir de la humanidad.  En consecuencia, los sistemas de monocultivo y la cría de animales, especialmente en áreas poco fértiles o susceptibles a la erosión, unido a la deforestación y expansión de la frontera agrícola hacen que estos sistemas no sean sostenibles para satisfacer las necesidades crecientes de la población; por esto, cada vez se hace más necesario el uso de tecnologías de bajo impacto en los recursos naturales.